(Washington, 15 de agosto – EFE).- Submarinos, sistemas de detección de bombas, pequeñas lanchas a control remoto y, sobre todo, los polémicos “drones” llenaron hoy el Centro de Convenciones de Washington ante la atenta mirada de más de 8.000 expertos, pero también bajo el escrutinio de activistas pro derechos humanos.
Las compañías punteras en robótica militar de todo el mundo se reunieron hoy para mostrar sus últimos avances en la feria de la Asociación Internacional para Sistemas de Vehículos No Tripulados (AUVSI, en inglés), donde los tan polémicos “drones” coparon el protagonismo dentro y fuera del foro.
Es el caso de la compañía Lockheed Martin, una de las más fuertes del sector y una de las cuatro únicas empresas de robótica militar que ha desarrollado un modelo capaz de ser lanzado desde un portaaviones, como el que recientemente probó la Armada estadounidense.
“Preferimos llamarlos vehículos aéreos no tripulados“, explica Scott Grunwald, portavoz de Lockheed Martin, antes de comenzar su entrevista con Efe, sin pronunciar en ningún momento la palabra “drone”.
Su empresa trabaja contrarreloj para destacar en alguna de las necesidades más inmediatas de mejora de estos aparatos y en esta feria quiere mostrar sus avances en el tiempo de la autonomía de sus baterías, que permite a su modelo más pequeño volar hasta ocho horas.
“El gran desafío está en el desarrollo de los programas para filtrar la información que recopilan“, considera Grunwald, al explicar que estos aviones se turnan para en ocasiones captar imágenes durante 24 horas, siete días a la semana.
Dentro del Centro de Convenciones de la capital estadounidense los visitantes recorrían los más de 550 “stands” de empresas e instituciones de 40 países que participan en la feria, mientras a las puertas del edificio integrantes del grupo activista “Codepink” pedían el fin del uso de aviones no tripulados contra civiles.
Cerca de una veintena de manifestantes, liderados por la portavoz del grupo, Medea Benjamin, increparon al “lobby” armamentístico, al que acusaron de estar en un “negocio vergonzoso” que “mata civiles indiscriminadamente”.
“Estamos aquí para poner de manifiesto la vergüenza que supone esta industria, que continúa fabricando drones que matan gente inocente y que hacen que el mundo odie Estados Unidos, porque los drones nos mantienen aún en un estado de guerra”, dijo a Efe Benjamin durante la manifestación.
“Me parece increíble que aquel juguete inocente con el que jugaba de pequeño hoy se haya convertido en un arma asesina”, gritaba otro de los activistas.
La utilización de los aviones no tripulados por parte de la Administración Obama en su guerra contra el terrorismo es rechazada tanto por algunos miembros del Congreso como por parte de grupos pro derechos humanos.
Según el “Bureau of Investigative Journalism” (oficina del periodismo de investigación), desde que en 2009 Barack Obama llegó al poder, el Pentágono y la CIA han realizado más de 300 ataques con “drones” en zonas tribales de Pakistán, con el resultado de unas 2.500 víctimas, entre ellas centenares de civiles.
El presidente ha defendido esta nueva tecnología por ser más precisa que otro tipo de bombardeos, sin embargo, los datos del “Bureau” indican que en 2011 el 14 % de las víctimas eran civiles, mientras que en 2012 este porcentaje se redujo al 2,5 %.
La información recopilada por activistas y organizaciones pro derechos humanos muestran que la zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán ha sufrido estos ataques una media de una vez cada cinco días, aunque el número de bombardeos se ha reducido respecto a 2010.
AUVSI, con sede en Arlington (Virginia), se describe como la mayor organización mundial sin fines de lucro dedicada exclusivamente al “avance de los sistemas no tripulados y robóticos”, y afirma que tiene más de 2.100 miembros en 60 países.