Un hombre intentó romper a patadas la puerta del cuartel de policía, otro corrió desnudo por la calle huyendo de perros imaginarios, decenas han muerto: la flakka, una barata droga sintética que produce delirio, se esparce en Florida.
Conocida como “locura a 5 dólares” por el costo de una dosis, la flakka es un potente y adictivo estimulante producido en China similar a las sales de baño, que ha golpeado con particular dureza al condado de Broward, una turística zona en el sur de Florida.
“Broward es considerado como el punto focal de la flakka o el alpha–PVP”, el componente de la droga, explica Heather Clark, de la organización United Way que ha liderado una campaña para crear conciencia en la población sobre la droga también conocida como “gravilla”, por su apariencia de cristal arenoso, ilegal en Estados Unidos.
Generalmente fumada pero también inyectada o inhalada “es realmente una droga muy peligrosa. No es recreativa, no es algo que se pueda consumir sin que produzca efectos adversos”, dice Clark.
Esta droga, cuyo nombre viene de la palabra en español flaca, se consigue a través de internet a 1,500 dólares el kilo y llega de China en pequeñas cargamentos por correo, que vendedores locales se encargan luego de distribuir, según un informe anual de organizaciones estatales y civiles sobre el abuso de drogas en Broward, divulgado este mes.
“Es una sustancia altamente venenosa, que puede haber sido intencionalmente diseñada para que sus efectos duren más y específicamente para ser más adictiva, porque eso es bueno para las ventas”, indica James Hall, epidemiólogo de la Nova Southeastern University que ha estudiado por años el mercado de la droga en Florida.
Desde septiembre, cuando apareció la droga en las calles de Broward, han muerto 34 personas. Las salas de emergencia de los hospitales reciben hasta 20 casos por día, según Hall, que colabora con las autoridades de Broward para compilar los datos.
Además de generar problemas cardíacos, agresividad y paranoia, su consumo puede derivar en psicosis: “la temperatura del cuerpo se eleva a 105 grados fahrenheit (40 grados centígrados), las víctimas se desgarran la ropa, algunos creen que su cuerpo está ardiendo, corren por las calles convencidos de que están siendo perseguidos”, dice Hall.
De allí que los casos bizarros en Broward no dejen de acumularse.
Un hombre corrió por su vecindario desnudo, alegando que era perseguido por una jauría de pastores alemanes. Poco después en marzo, otro intentó romper a patadas la puerta del departamento de policía de Fort Lauderdale para escapar de un supuesto atacante. Días más tarde, una tercera persona quedó empalada al tratar de escalar las rejas de esa comisaría.
En mayo, la policía de Fort Lauderdale mató a un hombre que, drogado con flakka, mantuvo secuestrada a una mujer con un cuchillo.
Pero muchos otros casos, menos espectaculares pero igual de devastadores, no salen en el noticiero.
Java Jackson, de 26 años, consumió flakka el 25 de mayo y a las pocas horas moría en un hospital, afirmó su tía Rose Waters, durante marcha en Fort Lauderdale el jueves pasado, convocada por organizaciones locales.
“Esta droga es muy fácil de obtener, es muy barata, lo que la hace atractiva para mucha gente, pero es más mortal que cualquier otra sustancia que hay en las calles”, dijo Waters, de 57 años.
Por su precio, la droga ha afectado sobre todo a poblaciones de bajos recursos o vulnerables como los vagabundos, explicó el capitán Dana Swisher, de la policía de Fort Lauderdale.
La flakka se ha beneficiado de estructuras de distribución de otras drogas similares que ya existían en Broward, lamentó Swisher, y de allí su prevalencia en la zona.
Y mientras las autoridades siguen tratando de cortar las vías de distribución, advierten de un ciclo que se repite: cuando una droga de diseño empieza a controlarse, otra aparece y ocupa su lugar.
“El año pasado fue el molly, ahora es la flakka, no sabemos cómo se llamará luego. Estos son solo términos de la calle y estas drogas pueden contener cualquier cosa. Los usuarios están permitiendo ser usados como conejillos de indias”, dijo A.D. Wright, jefe de la oficina de la DEA de Miami, luego del arresto la semana pasada de tres personas por distribuir la nueva droga de diseño.
Fuente: El Nuevo Herald