De ninguna manera presumo ser el primero en advertir la presencia de Hezbollah en Colombia. Revistas y periódicos prominentes y varios personajes políticos han sonado ya la alarma a este respecto.
El hecho es que Hezbollah ya se encuentra en territorio colombiano desde hace más de una década y así como ha establecido vínculos con el submundo criminal mejicano también lo está haciendo con el inframundo colombiano y en particular con las FARC.
El Comandante de las Fuerzas Armadas de los EE.UU. para Latinoamérica afirmó en 2009 ante el congreso en Washington D.C. que había amplia evidencia en relación con los vínculos entre Hezbollah y el narcotráfico en Colombia.
A través de ORA, brazo de la National Security Agency (NSA) de los EEUU, los americanos proveen asistencia a Colombia en asuntos de inteligencia en contra del terrorismo, incluyendo el seguimiento de las actividades de grupos extremistas islámicos en el país.
En la llamada Operación Titán en 2008 las autoridades colombianas desarticularon una organización criminal dedicada al narcotráfico vinculada a Hezbollah. Según la Fiscalía Nacional la banda criminal tenía presencia en EEUU, Europa, Medio Oriente, África, Asia y Centroamérica.
En esa ocasión fueron capturadas más de 100 personas en varios países y se hicieron decomisos de drogas, aeronaves, joyas y dinero en efectivo. Según las fuentes, para operar en territorio nacional, la banda había establecido conexiones con varias organizaciones dedicadas al narcotráfico como el Cartel del Valle y algunos grupos paramilitares.
Para Hezbollah el propósito expreso de estas conexiones era el recaudo de fondos para la financiación de sus operaciones en Oriente Medio.
En 2012 el colombiano de origen libanés Alí Mohamad Saleh fue designado por las autoridades de los EEUU como terrorista global por su papel de coordinador de recolección de fondos para Hezbollah.
Saleh solicitaba donaciones de la comunidad árabe en diferentes países (no siempre de manera amable) y canalizaba el dinero hacia Irán, vía Hezbollah Venezuela. Éste mantenía también contactos con las bases de Hezbollah en países como Alemania, Líbano y Arabia Saudita.