Mehmet Ali Agca, el turco que intentó matar al papa Juan Pablo II en 1981, depositó este sábado flores en la tumba del fallecido pontífice, en el Vaticano.
"Puso flores en la tumba de Juan Pablo II. Creo que es suficiente", declaró el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, al diario La Repubblica.
"Vine hoy porque el 27 de diciembre es el día de mi encuentro con el papa", declaró Agca, aludiendo a la visita que le hizo Juan Pablo II en su celda en Italia, hace 31 años, tan solo dos años después del intento de asesinato, cita la Agencia France Press.
Agca llegó el sábado a Roma y se presentó a la policía para declarar su intención de visitar la tumba del pontífice.
"Sentí la necesidad de hacer este gesto", dijo a la policía, según la agencia de información Ansa.
Agca pidió un encuentro con el papa Francisco cuando el pontífice visitó Turquía el mes pasado. Su petición fue rechazada.
Efe añade que el turco se encuentra en libertad desde 2010, después de haber estado preso en su país, extraditado desde Italia, por varios delitos.
Agca publicó una autobiografía en 2013, en la que contaba que, durante la conversación que tuvo con Juan Pablo II en la prisión capitolina, el turco confesó que el inductor del atentado había sido el ayatolá Jomeini y pidió al pontífice que guardase el secreto.
"Ha sido Jomeini y el gobierno iraní los que me han ordenado que te mate", le reconoció entonces, según afirma en su obra.
Esas revelaciones fueron desmentidas posteriormente por el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
El papa Juan Pablo II fue tiroteado el 13 de mayo de 1981 cuando, tras una audiencia en la plaza de San Pedro, saludaba a los fieles desde un automóvil descubierto. El papa fue alcanzado por cuatro balas y Agca fue arrestado de inmediato.
Contra todo pronóstico, Juan Pablo II sobrevivió e incluso le ofreció su perdón al delincuente turco en persona.
Previo a la publicación de su autobiografía, Agca dijo que tras el atentado estaba la "pista búlgara", que conectaba a los servicios secretos de Sofía, a la mafia turca y a los terroristas de los "Lobos Grises".
Durante un viaje a Bulgaria en 2002, Juan Pablo II dijo que jamás creyó en la "pista búlgara".
Agca también dijo en otras ocasiones que contó con ayuda desde el interior del Vaticano y en otras implicó a los países de la Europa comunista.
En una reciente entrevista concedida a la agencia de noticias italiana Ansa, Agca reconoció que quería "asesinar realmente a Wojtyla" y añadió que el hecho de que el ahora santo se salvara "fue un milagro".