El diario español El Mundo publica este domingo una entrevista con el hombre que supuestamente mató al Che Guevara el 9 de octubre de 1967 en la localidad de La Higuera, en el sudoeste de Bolivia y aportan testimonios sobre cómo sucedieron los hechos.
Los periodistas Ildefonso Olmedo y Juan José Toro se han desplazado a Santa Cruz de la Sierra para hablar con Mario Terán Salazar, al que identifican con el soldado que disparó contra Guevara, capturado el día anterior por el Ejército de Bolivia cuando intentaba llevar la revolución a este país.
Los periodistas no consiguen de Terán Salazar una confesión de que fue él quien dio muerte al Che, pero han conseguido de su entonces superior jerárquico, el hoy general Gary Prado, el reconocimiento de cómo habían transcurrido los hechos, que el propio Terán contó por escrito.
Según ese relato, tras la captura de Guevara los militares recibieron la orden gubernamental de ejecutarlo y varios soldados se ofrecieron voluntarios para hacerlo.
El coronel Joaquín Zenteno designó a Terán, quien se dirigió a la escuela de La Higuera en la que estaba retenido el Che.
Al entrar en la sala Guevara se percató de las intenciones del suboficial Terán y le dijo: “Usted viene a matarme”.
Según la confesión por escrito que hizo a sus superiores, Terán se sintió cohibido por la presencia del guerrillero y tuvo un mareo.
“Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che cayó al suelo con las piernas destrozadas, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en un hombro y en el corazón…”, dice.
El diario pública una foto del suboficial Terán en 1967 y ahora, cuando tiene 72 años.
El general Gary Prado le reconoce en las fotos y afirma que todavía se ven esporádicamente en Santa Cruz de la Sierra.
Prado asegura que siempre recomendó al suboficial que no confesara públicamente su papel protagonista en la muerte de Guevara, para evitar posibles venganzas de sus seguidores.
En la charla de poco más de veinte minutos con Terán, en su casa de Santa Cruz, el antiguo suboficial juega con la confusión y afirma que hubo tres militares con su mismo apellido en el Ejército boliviano.
Por eso apunta que “seguramente” ha sido confundido durante toda su vida con quien mató al Che.
Afirma que su compañía estaba alejada de La Higuera en los días de la captura y muerte del líder guerrillero, de quien no tiene buena opinión.
“Para mí ha sido un invasor. Tenía ideas que con su guerrilla quería inculcar en la gente boliviana… ¡Cómo lo idolatran ahora!… ¡Tanta gente ha caído”, asegura el exmilitar, hoy jubilado.
Ninguno de sus seis hijos ha seguido la carrera militar, lo que le da “alegría” y subraya que nunca ha visto películas sobre el Che o leído algún libro acerca de su vida: “Nunca me ha interesado seguir cuanto se decía del Che. Yo tenía ideas diferentes. Nunca he sido un seguidor”.
Fuente: Cuba Libre