Francia recibió hace dos semanas advertencias de un notorio incremento en las comunicaciones entre grupos jihadistas en Oriente Medio y posibles activistas locales, asegura uno de los máximos expertos israelíes en servicios secretos.
"Las comunicaciones tenían como destino varias ciudades en Francia", asegura el periodista Ronen Bergman, del diario "Yediot Aharonot", que cita a altas fuentes de inteligencia israelíes y occidentales.
A raíz de ello "se tomaron sobre todo medidas defensivas, como fue reforzar la vigilancia alrededor de delegaciones extranjeras en París", pero ninguna como para interceptar a los autores de la cadena de atentados del pasado viernes, en la que fueron asesinadas 129 personas y más de 300 resultaron heridas.
En un artículo titulado "El fiasco de la inteligencia", Bergman, autor de varios libros en este campo y que suele también publicar algunos de sus artículos en prensa alemana y estadounidense, asegura que "es imposible saber por ahora si las advertencias que recibió Francia tenían que ver específicamente con este ataque, pero el fiasco sigue gritando a los cielos".
Desde los atentados a la redacción de la revista "Charlie Hebdo" y a un supermercado kosher en enero pasado, Francia "ha adoptado medidas menores, y evitado realizar una reforma general" para abordar un problema, el de jihadistas locales que regresan del frente en Siria, del que hasta la ONU advirtió en un informe.
Un alto asesor estadounidense del FBI, dijo al periodista que entre los ofrecimientos que EE. UU. e Israel hicieron a Francia está la adquisición de equipos electrónicos avanzados para el seguimiento de las redes sociales y la interceptación de mensajes de diverso origen y contenido.
"Pero no ocurrió nada", prosigue el periodista, que atribuye el fracaso de la inteligencia gala en detectar a los autores de los ataques a su negativa de "compartir información".
"Los franceses se mostraron muy reacios a todo lo que tiene que ver con compartir información", asegura sobre un aspecto que desde hace años todos los expertos en el tema consideran imprescindible para la lucha contra el terrorismo jihadista.
Una colaboración de este tipo, explica, ayudaría a la elaboración de listas de sospechosos e impediría el paso de muchos jihadistas de un país a otro o su entrada al espacio europeo.
Bergman sostiene que la lucha contra un terrorismo transnacional de corte islamista requiere una "inversión enorme de recursos" y la creación de "mecanismos de información comunes para todos los Estados, lo que exigirá que rebajen su gran ego nacional".
Fuente: EFE / Aurora.com