Los jurados deliberaron solamente dos horas para hallar culpable a Alberto de Jesús Coterón Oliva, de 22 años, por la muerte de sus amigos en agosto del 2011.
Los adolescentes que murieron en el choque: Verónica Santiago, de 17 años, Isis Maciel Jiménez, de 15, y Daniel Cárdenas, de 17.
Ellos habían salido esa noche a pasar el rato con Coterón en el Dolphin Mall en Doral y decidieron dar una vueltas en el Honda Civic de 1994 de Coterón.
Pero a las 11 p.m., Coterón se puso a hacer carreras con un Infiniti cerca de NW 12 Street y 99 Avenue, perdió el control del vehículo y chocó contra un poste de la luz, una colisión en la cual el auto se partió a la mitad. El huyó luego de la escena del accidente antes de regresar a la misma.
Durante los tres días del juicio, las fiscales Jessie Friedman y Elena Doyle presentaron evidencia de que Coterón iba conduciendo entre 76 y 88 millas por hora, muy por encima del límite de velocidad.
La defensa de Coterón fue que él nunca condujo tan rápido, y que otro carro lo había sacado de la calle.
En el momento del accidente, Coterón no tenía expediente criminal, pero había recibido 16 multas por violaciones del tránsito, entre ellas manejar sin licencia, manejar con la licencia suspendida y manejar con un tubo de escape ruidoso.
El Nuevo Herald
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