miércoles, 30 de abril de 2014

HUELLAS DACTILARES: LA CIENCIA DETRÁS DE NUESTRO SEGUNDO ADN


Podemos vestirnos de otra manera, hacernos una operación para cambiar algún rasgo físico y hasta actuar con otros modales, pero hay algo que no podremos cambiar nunca, jamás: nuestra huella dactilar. Esa impresión que tenemos en la yema de los dedos define nuestra identidad, como si el ADN quisiera decirnos que realmente somos únicos e irrepetibles.
Algo que podría ser otro rasgo de nuestro maravilloso organismo resultó en una revolución para la identificación certera de los individuos y, por ende, en una herramienta fundamental de la policía científica.
Hubo varios visionarios en el uso de la huella dactilar como medio de individualización, pero fue el croata nacionalizado argentino Juan Vucetich quien, el 1 de septiembre de 1891, hizo las primeras fichas dactilares del mundo con las huellas de 23 procesados. Desde entonces, se celebra esa fecha como el Día Mundial de la Dactiloscopía, disciplina científica que se dedica al estudio y la práctica de esta especialidad.
CÓMO SE FORMA LA HUELLA DACTILAR
La huella dactilar se forma gracias a las crestas papilares, que son glándulas de secreción de sudor situadas en la dermis. Estas crestas poseen las particularidades de ser perennes, inmutables, diversiformes y originales. Perennes, porque permanecen en las yemas desde el sexto mes de vida intrauterina hasta la putrefacción del cadáver tras la muerte. Inmutables, porque no se modifican fisiológicamente, y si hay un traumatismo se vuelven a formar o queda una cicatriz. Diversiformes, porque no hay dos iguales producidas por dedos diferentes. Y originales, porque producen impresiones con características microscópicas identificables del tejido epidérmico.
DIFERENTES CATEGORÍAS DE LA HUELLA DACTILAR
Los dactilogramas –dibujos dactilares– pueden clasificarse de tres maneras:
  • Naturales, cuando aparecen en las yemas de los dedos desde antes del nacimiento.
  • Artificiales, cuando resultan de entintar un dactilograma natural e imprimirlo en una zona idónea.
  • Latentes, cuando permanecen invisibles en una superficie u objeto, luego de ser tocados por un dactilograma natural.
 CÓMO SE RECOGE Y PROCESA LA HUELLA DACTILAR
En el hallazgo de elementos claves para la investigación entra en acción la exploración lofoscópica, que consiste en la búsqueda técnica, rigurosa, exhaustiva y metódica de rastros dactilares que pudieron ser causados por la victima, el victimario o un testigo en la ejecución de un hecho punible.
Una vez encontrada la huella deseada –completa o parcial, como suele ocurrir–, el policía científico en la escena del crimen utiliza un polvo para que resalte el dactilograma en la superficie. El polvo utilizado puede ser regular o magnético y su aplicación dependerá del objeto: no es lo mismo capturar una huella de un vaso o de la superficie de una madera.
Las huellas dactilares que se levantan en escenas del crimen se denominan impresiones latentes. El método más común para levantar impresiones es el mecánico, que usa polvo y cinta de celofán.
La impresión será luego perfeccionada y estudiada en un laboratorio por los dactilógrafos. Y un programa de identificación cotejará con una base de datos la identidad del sujeto. Los dactilógrafos también ofician de peritos en juicio cuando de ellos dependen determinar la correspondencia o no de la impresión latente con una persona determinada.
POR QUÉ ALGUNAS PERSONAS NO TIENEN HUELLAS DACTILARES
Hay personas que no tienen huellas dactilares. Son pocas, poquísimas, y son víctimas de la enfermedad del “retraso de la inmigración“, porque tienen grandes problemas para cruzar la frontera. El padecimiento se denomina adermatoglifia y consiste en la ausencia de huellas dactilares en manos, dedos y plantas de los pies desde el nacimiento.
Estudios científicos determinaron que es una mutación de un gen de la piel (SMARCAD1) que afecta el desarrollo de las glándulas sudoríparas que dan vida a los dematoglifos (huellas dactilares). El mismo estudio documenta que en todo el mundo sólo hay cuatro familias con esta mutación.
La precisión de este sistema obligó a los delincuentes a usar guantes. Sin embargo, no todos los crímenes son premeditados y el cuerpo se expresa de otras maneras. Mientras haya un hecho, habrá una verdad. Y mientras haya una verdad, ésta podrá ser descubierta.

Por Pablo Huerta