Las nueve personas detenidas, ahora encaran cargos diversos, entre otros actividad delictiva organizada para estafar, robo en gran cuantía y robo de identidad.
Para cualquiera, cinta adhesiva, botellas de agua, un sedal para pescar y percheros de metal podría parecerle material para un proyecto escolar de Artes Manuales de un niño.
Sin embargo, según las autoridades estos sencillos artículos domésticos se usaban para robar correo y el dinero de los residentes.
“Literalmente era como pescar”, dijo el jueves en una conferencia de prensa Antonio J. Gómez, inspector del Servicio de Inspección de la Oficina Postal. Gómez anunció los arrestos de nueve personas en el llamado Operativo Hook, Line and Sinker.
Los arrestos tuvieron lugar tras una serie de robos postales que han venido ocurriendo en Coral Springs desde la Nochebuena del 2015. El detective de la policía de Coral Springs Gene Cashier dijo que la primera víctima reportó el robo en enero del 2016. Mientras la policía investigaba, 11 víctimas más de la localidad llamaron a las autoridades para reportar robos semejantes. En total, a las víctimas se les estafó unos $14,000.
“Hemos estado trabajando sin parar en esto”, dijo.
Una colaboración entre la Fiscalía General de la Florida, el Servicio de Inspección de la Oficina Postal y los departmentos de policía de Miami-Dade y Coral Springs condujo a detectar a 10 personas, de las cuales una no ha podido ser arrestada, dijo la policía.
En el operativo conjunto trabajaron los departamentos de la policía de Coral Springs y de Miami-Dade.
Las nueve personas detenidas, que ahora encaran cargos diversos, entre otros actividad delictiva organizada para estafar, robo en gran cuantía y robo de identidad son:
Angel Luis Arcila Berovides, de 19 años,
Dayan Moreira Clemente, de 21 años,
Liubert Cordero, de 27 años,
Mario Jorge Marrero-Corvo, de 21 años,
Rosalia Llompart García, de 21 años,
Lorena González, de 19 años,
Geysi Hernández Mendoza, de 37 años,
Enlys Cosme Palacios, de 22 años,
Frank Rojas, de 27 años.
La policía aún está buscando a otro sospechoso, Alexander Reyes, de 25 años.
Gómez dijo que el grupo se apoderaba del correo en buzones —por lo general en horas de la noche o durante los fines de semana— en busca de cheques y luego, con el uso de productos químicos borraban el nombre del beneficiario y la cantidad que aparecía en los cheques. Después escribían una cantidad mayor, hacían el cheque a nombre de uno de ellos, y una vez alterado, lo depositaban en diferentes cuentas, dijeron los investigadores.
En un caso, una mujer hizo un cheque por $31.58 a nombre de la compañía Broward Health y lo envió a una oficina de correo de Coral Springs el 17 de abril de 2016. Posteriormente el cheque se cambió a $825 y se cobró de forma fraudulenta en una sucursal del TD Bank, según reportes de los arrestos. En otro caso, un cheque por $100 a nombre del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) se convirtió en un cheque de $1,800.
Estos tipos de robos no son nada nuevo, dijo Gómez. De hecho, hay pendientes más arrestos por delitos similares.
“Se trata de un método viejo”.
Fuente: El Nuevo Herald.