jueves, 5 de enero de 2017

Un chavista radical, con supuestos vínculos con el narco, es el nuevo vicepresidente de Venezuela.


CARACAS, Venezuela.- Tareck Zaidan El Aissami Maddah se jacta de ser “radicalmente chavista” y es el nuevo vicepresidente de Venezuela.

“Agárrense los terroristas de extrema derecha, Tareck los conoce y tiene los ganchos listos. Vamos con todo contra los terroristas”, advirtió el presidente Nicolás Maduro este miércoles al hacer público su nombramiento en cadena de radio y televisión.

Su hoja de vida acumula tantos cargos burocráticos como denuncias y escándalos. Identificado como una de las figuras más influyentes del chavismo, ha sido señalado en Estados Unidos de mantener vínculos con el narcotráfico, acumular un enorme poder político y económico, y comprar una importante red de medios de comunicación a través de testaferros.


Aunque esperada desde hace semanas, su designación en este momento genera todo tipo de especulaciones por una razón: si Maduro abandona el palacio de Miraflores luego del 10 de enero, cuando cumple su cuarto año de mandato, El Aissami tomaría las riendas del Ejecutivo hasta completar el periodo en 2019. Entonces, el que ya todos reconocen como un futuro “presidenciable” ascendería a Jefe de Estado sin necesidad de convocar elecciones.


Su crecimiento en la política venezolana ha sido meteórica. Desde 2005 ocupó los puestos de diputado en el Parlamento, viceministro de Seguridad Ciudadana, ministro de Relaciones Interiores durante cuatro años, y hasta este miércoles fue gobernador del estado Aragua, en el centro norte del país, uno de los más violentos del país. Además, forma parte de la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).

El Aissami es abogado y criminólogo egresado de la Universidad de Los Andes (ULA), donde fue alumno del profesor Adán Chávez, hermano mayor del fundador de la revolución bolivariana. Hijo de una familia de origen sirio-libanesa que se asentó en la población de El Vigía, estado Mérida, en los andes venezolanos, este hombre de 42 años siempre ha estado en el ojo del huracán.


En octubre de 2010, el narcotraficante venezolano Walid Makled aseguró al diario El Nacional que había pagado 100,000 dólares al hermano del actual vicepresidente, Firaz El Aissami, para manipular a la policía en el estado Aragua. En ese tiempo, Makled llegó a ser el tercer hombre más buscado por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y Tarek El Aissami era el encargado de coordinar las tareas de los cuerpos de seguridad del Estado en su condición de titular de Relaciones Interiores.

“Me comentó que si yo tenía alguna otra cosa más, algún otro negocio, que le dijera, que él estaba a la orden porque necesitaban dinero. Esas fueron las palabras y las expresiones de Firaz”, declaró Makled, condenado a 14 años de prisión en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).

Luego de conocerse los señalamientos del capo, el primero que rompió lanzas por la dignidad del funcionario fue el entonces presidente Hugo Chávez.

“Estoy absolutamente seguro de la honestidad, la transparencia y el carácter revolucionario verdadero del ministro Tareck El Aissami (…) Salgo en defensa de mi ministro, mi compañero y amigo, eche pa’ lante Tareck”, reaccionó el mandatario venezolano.

En mayo de 2015, el diario estadounidense The Wall Street Journal incluyó a El Aissami en una lista de funcionarios venezolanos que estarían siendo investigados en Estados Unidos “bajo sospecha de convertir a Venezuela en un centro global de la cocaína”. El diario indicó que el exministro de Finanzas de Chávez, Rafael Isea, que desertó del país en 2013, reveló a las autoridades norteamericanas que Makled “le pagaba” a El Aissami “para enviar cargamentos (de droga) a través de Venezuela”.

Fuente: Univision