El exsheriff deja su puesto después de 24 años en el poder sin remordimientos pero reconoce que su mayor error fue no acercarse a la comunidad hispana.
A sus 84 años de edad, el exsheriff del condado Maricopa, Joe Arpaio, inicia una nueva etapa en su vida después de terminar con 24 años en el poder de la agencia policíaca del área metropolitana de Phoenix.
El exoficial abrió su nueva oficina en la ciudad de Fountain Hills, un lugar pequeño comparado con la que tenía en el centro de Phoenix, en la paredes colgó algunos de los cuadros que llevó y que le recordarán las últimas dos décadas de su vida. Aunque ni el mismo tiene claro lo que hará en este despacho.
“Hoy fue muy triste, estoy recibiendo llamadas de personas alrededor del país, unos hasta llorando porque me fui”, dijo Arpaio.
El exsheriff logró el reconocimiento nacional por su posición en contra de la inmigración indocumentada, sus redadas en puestos de trabajo en busca de trabajadores indocumentados y la creación de la Ciudad de las Carpas (Tent City), una cárcel en donde los presos deben permanecer al aire libre y vestidos de rosado, estas entre otras de sus controversiales acciones.
El exoficial afirmó que no guarda ningún arrepentimiento por la implementación de sus políticas que le generaron varias demandas por violación de los derechos humanos y con las que dejo a decenas de familias separadas.
“No realmente, porque siempre he tenido apoyo de la comunidad hispana…estaba haciendo mi trabajo y los oficiales también estaban haciendo su trabajo bajo la autoridad del gobierno federal como investigadores especiales”, afirmó.
A pesar de no arrepentirse por sus políticas en contra de los indocumentados en una entrevista con ABC15 dijo "mi mayor error fue no acercarme a la comunidad hispana, no haber realmente peleado esa batalla".
Reconoce que muchos indocumentados solo vienen a este país en buscar trabajo para tener una mejor vida.
Sin embargo, sostuvo que el 18 por ciento de personas que llegan a sus cárceles no tienen documentos migratorios.
“Diez mil de mis presos fueron puestos a disposición de inmigración para ser deportados, personas con crímenes como asesinatos y demás y un 37 por ciento de ellos regresaban a mis cárceles, uno de ellos regresó 20 veces ¿cómo arreglamos eso?”, se preguntó el exoficial.
Arpaio dejó su oficina el pasado 31 de diciembre, en su cuenta de twiiter envio un mensaje de agradecimiento a todos los que lo apoyaron.
En la entrevista dejo claro que no tiene sabe cual será su futuro.
El exsheriff tiene sus esperanzas en que presidente electo Donald Trump realice cambios en el tema migratorio. Dijo además, que a pesar de no ser el sheriff del condado Maricopa continuará trabajando por el país.
Arpaio tiene pendiente un juicio después de que fiscales federales presentaron cargos en su contra por desacato en una orden relacionada con perfil racial. El juicio está programado para el 4 de abril.
Fuente: Univision Arizona.