sábado, 3 de mayo de 2014

Ex comando SEAL y su esposa arrestados en Miami por tráfico de drogas


Los altamente entrenados comandos SEAL de la Marina de los Estados Unidos a menudo son llamados para participar en operaciones encubiertas en algunos de los lugares más peligrosos del mundo. Pero la operación de contrabando de cocaína que el ex comando SEAL Angel Martínez Ramos intentó realizar en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) fracasó porque su esposa ​​rehusó seguir sus instrucciones.

Bibiana Marcela López Correa, una colombiana, dejó en el avión la maleta que contenía 10 kilos de cocaína que se suponía debía haber llevado consigo.

Tanto el marido como la esposa están ahora tras las rejas después de ser acusados formalmente en enero. Desde entonces, ambos se han declarado culpables. López ha sido condenada a 70 meses de prisión y tres años de libertad supervisada mientras que su esposo aun no ha recibido su condena.
Sus abogados no pudieron ser contactados para que hicieran comentarios sobre el caso.

BuzzFeed, un sitio web de noticias y entretenimiento, informó primero sobre el asunto.

Un agente especial de la Agencia de Lucha Contra las Drogas (DEA) detalló el caso de una denuncia penal presentada ante el tribunal federal de Miami el 26 de diciembre pasado.

Una semana antes, según la denuncia, agentes de la oficina de la DEA en Miami recibieron información de agentes de la DEA en Bogotá que un cargamento de narcóticos era probable que pronto se introdujera de contrabando en los Estados Unidos.

La información también decía que el contrabandista poseía un pasaporte oficial y que podría pertenecer a las fuerzas armadas estadounidenses.

Poco después agentes de la DEA lograron identificar a Martínez como el presunto contrabandista que llegaría en MIA en un vuelo de American Airlines en la Nochebuena del 2013.

Aunque Martínez perteneció a la unidad SEAL, sigue siendo miembro de las reservas navales y, como tal, con frecuencia le daban misiones en América Latina, según la demanda.

A las 11:42 a.m. del 24 de diciembre, Martínez llegó en un vuelo de Aruba y salió del avión llevando una pequeña maleta negra. Fue detenido para interrogatorio después de afirmar que viajaba solo. Más tarde se negó a responder a las preguntas de los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) sin la presencia de un abogado.

A pesar de lo que afirmó Martínez , agrega la denuncia penal, su esposa - Bibiana López – si estaba a bordo del avión.

Salió sola del avión y los agentes de CBP la interrogaron también afirmó que viajaba sola y que estaba camino a Nueva York para reunirse con su marido.

Sin embargo, cuando los investigadores le preguntaron si Martínez era su marido ella respondió que si. Fue arrestada y, a diferencia de su esposo, accedió a responder las preguntas de los investigadores.

Una de las primeras cosas que reveló fue que, contrariamente a las instrucciones de su esposo, había decidido abandonar la maleta que había puesto en el compartimiento por encima de su asiento.

También reveló que la maleta que había dejado deliberadamente detrás era en realidad la maleta de su marido y que este llevaba su maleta cuando fue detenido.

Los funcionarios de CBP abrieron la maleta de Martínez, la que su esposa había dejado atrás, y encontraron 10 “objetos en forma de ladrillo, envueltos en cinta de color amarillo, colocados debajo de un suéter y un par de botas”, dice la denuncia penal.

“Se descubrió que cada uno de los objetos de color amarillo contenía aproximadamente un kilogramo de una sustancia en polvo blanco que dio positivo a la presencia de cocaína para un total de diez kilogramos de cocaína”, dice la denuncia.

López dijo a los investigadores que a principios de diciembre su marido le había dado instrucciones de encontrarse en Aruba y que de allí iban a viajar juntos a los Estados Unidos. Estuvo de acuerdo con el plan porque quería divorciarse y deseaba presentar documentos ante la corte en Estados Unidos.

En la víspera de su partida a Miami, mientras López se duchaba en la habitación de hotel en Aruba, Martínez empacó su maleta y puso en ella algunos artículos de la ropa de su esposa.

La pareja intercambió maletas en el aeropuerto de Aruba, justo antes de subir al avión.

Cuando llegaron a MIA, Martínez le ordenó a su esposa a quedarse en el avión hasta que él la llamara a su teléfono celular . Nunca lo hizo.

Fuente: El Nuevo Herald